SIRENAS
Partió de la isla de la soledad
mientras escuchaba el canto de las sirenas.
Entre las gotas del agua
que besaban la quilla del barco,
dibujaba el rumbo
a un nuevo destino.
Con sus sucias manos,
con su dulce mirada,
entre la playa del amor,
encontró a su sirena.
Huyó
sintiendo la piedras
arrancando su piel
en cada pisada.
Aquellas heridas de sus pies
dejaron de doler con la tenue luz del día.
En un nuevo amanecer,
sirena y marinero
fundieron sus manos como cera
y juntos
se abrigaron con el cielo.
RECITA
MARIANO NAVASCUÉS
CHINO CHANO
ARAGÓN TV
Un millón de gracias Mariano por tu voz.