EL RUIDO EN EL SILENCIO
Sale de mi alma lo que expreso
un infierno duro y cruel,
que nubla mi alma.
Sólo somos un deseo...
Un deseo infeliz.
Arrojo lágrimas al atardecer
y la noche nos echa de nuestro camino.
EL RUIDO
solo él conoce mi silencio.
Aquel ruido siniestro que engaña,
entristece al silencio apagado.
Pero llegará el día
en que mi silencio se hará fuerte
y las palabras construirán castillos de roca
sobre aquel ruido.
RECITA JOSÉ RAMÓN OLALLA
PROFESOR INNOVADOR
Gracias José Ramón por leernos este poema. Ha sido un auténtico lujo escucharlo de tu voz.